Que se dedicaría a la cocina era un destino que parecía claro para Nacho Manzano quien, como sus hermanas, desde niño creció ayudando en el negocio familiar, el restaurante Casa Marcial en la aldea de La Salgar, en Arriondas (Asturias). Pero fue durante la adolescencia que ese sino pareció claro para el mismo Nacho que optó por la senda gastronómica de forma clara e inició su aprendizaje en Casa Víctor, en Gijón. 

Cuando volvió a la casa familiar, tuvo muy claro el tipo de restaurante que quería hacer. Toda la familia se involucró en ese proyecto y con pequeños cambios Nacho fue evolucionando la cocina de su madre. Con la implicación de su hermana Esther en la cocina han conseguido crear una combinación de creación y técnica que ha hecho de Casa Marcial un restaurante reconocido por una propuesta gastronómica comprometida con la tierra, con la autenticidad pero también con la innovación. Lo confirman las dos Estrellas Michelin que luce, así como sus tres Soles Repsol.